La falsa filosofía del silencio... Muchos entienden que ser "luz en el mundo" significa quedarse "calladitos porque se ven más bonitos" o que escondan su luz en el closet de sus opiniones torcidas y tergiversadas, mientras el mundo está no solo en tinieblas, sino también arrastrados por la ignorancia y el desconocimiento no solo de la verdad de Dios, sino de la verdad social, de la verdad económica y de la verdad de la corrupción moral y corrupción política del país. Y lo triste del caso es que el pueblo de Dios perece por falta de conocimiento. Un conocimiento que proviene del mismo mundo que decimos combatir y de un conocimiento meramente humana que socava los cimientos mismos de nuestra fe. Si tu decisión es permanecer "calladito porque te ves más bonito" es tu decisión, pero aquellos que se atrevan a proclamar la verdad a la luz de la Escritura, gloria a Dios por valientes como ustedes que no detienen la verdad, sino que la proclaman!
Mateo 5:13-15Reina-Valera 1960 (RVR1960)
"13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. 14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa."
Si Dios nos ha encendido para brillar, es un pecado esconderse detrás de las excusas para no alumbrar. Dios NO nos llamó a ser monjes enclaustrados en mazmorras oscuras intimidados por los hombres, quienes nos quieren hacer callar, sino a ser proclamadores de la verdad desde las azoteas, aunque eso nos cueste la vida, el menosprecio, la impopularidad y hasta del abandono de tus amigos.
Entonces, ¿porqué temer?
Mateo 10:26-28Reina-Valera 1960 (RVR1960) "26 Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. 27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. 28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno." Alguien dijo: "Es triste vivir entre ciegos que se hacen sordos, que a su vez se tornan en mudos, con la patética excusa de decir que "solo se hizo lo que se pudo."
