Hay una gran diferencia entre ser espiritual, y otra cosa es ser espiritualista, o que "todo" lo espiritualizamos. Cristo dijo: "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal." (Juan 17:15) El mismo le pidió al Padre, no ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. ¿Porqué? Porque el tiempo de sacarlos del mundo, del sistema tendría su cumplimiento en el futuro. Pablo explica lo de la espiritualidad de esta forma. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido..." El ser espiritual significa que no hemos recibido el "espíritu del mundo," sino que hemos recibido el Espíritu de Cristo, el Espíritu de Dios... ¿Con qué propósito? "...para que sepamos lo que Dios nos ha dado, nos ha concedido..." Aun en el hablar... "13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual." Todo lo que enseñamos lo hablamos no conforme a la sabiduría de los hombres, sino sobre las bases de lo que enseña el Espíritu. ¿Y dónde encontramos lo que el Espíritu enseña? Exacto, en las Sagradas Escrituras! "14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." El hombre natural, el hombre que no ha nacido de nuevo, no percibe las cosas conforme al Espíritu de Dios, porque para esa persona las cosas de Dios, los asuntos de Dios, las maneras de Dios, los mandamientos de Dios, la vida de Dios, todas estas cosas son locura y no las puede entender. ¿Porqué? Porque no aprendemos a discernir las cosas, los temas, los asuntos, las actividades, etc. en forma espiritual. Pero eso no significa espiritualizarlos todo, sino a ser espiritual en todo, mayormente en nuestra conducta. Cualquiera puede ser bien espiritual "hablando" y "sonar espiritual", pero es nuestra conducta, nuestras actitudes y nuestras acciones las que confirman nuestra espiritualidad. Cristo mismo participó en asuntos de sus días: las bodas de Cana, bautismos, entierros, celebraciones, reuniones, oratoria pública, pescas, desayunos, tormentas, etc. Pero ninguna de esas cosas cotidianas o del curso de la vida, lo hicieron menos espiritual. Muchas veces pensamos que somos "espirituales" porque nos encerramos en nuestro cuarto y no hablamos con nadie, y si hablamos con alguien, en especial en el hogar, queremos hacerle tragar la Biblia por la garganta. Es necesario entender que en el área de la espiritualidad, unos producen a 30, otros a 60 y otros al cientos por uno. Unos son más espirituales y le queremos exigir a los carnales (niños en Cristo) a que actúen, vivan, caminen, se conduzcan como adultos espirituales. Si no lo hacemos con los bebés naturales, ¿porqué hemos de hacerlo con los bebés espirituales y nuevos en Cristo? En el desarrollo cristiano, unos son "PADRES" que quiere decir, que han tenido hijos espirituales. "Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio." 1 Juan 2:13. Pablo le dijo a Timoteo: "Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia..." (1 Timoteo 1:18) "Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio." (1 Juan 2:14a)
Otros son JOVENES. Aquellos que llevan algo de tiempo en el Señor, pero que no han madurado a la estatura de un Padre, y ni siquiera han engendrados hijos espirituales. Pero que han vencido al maligno y sus tentaciones. "Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno." (1 Juan 2:13b) "Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno." (1 Juan 2:14b)
Otros son NIÑOS, HIJITOS. Son aquellos bebés espirituales que han nacido recientemente en Cristo y que han conocido al Padre por medio de Cristo. "Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre." (1 Juan 2:12) "Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre." (1 Juan 2:13c) ¿ERES TAN ESPIRITUAL? ¿SOMOS TAN ESPIRITUALES? Entonces atendamos a la siguiente amonestación o advertencia de Dios. "1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, VOSOTROS QUE SOIS ESPIRITUALES, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. 3 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña." (Gálatas 6:1-3) El espiritual, contrario al que se siente "espiritualista" y todo lo espiritualiza, hace varias cosas: a. Restaura con espíritu de mansedumbre b. Se considera a sí mismo o así misma c. Se cuida de no ser tentado de la misma forma d. Sobrelleva las cargas de otros, muy en especial de su propia familia e. Cumple la ley de Cristo: La cual es el amor! Pablo nos advierte de lo serio que es este asunto de creerse ser algo o alguien que no somos, pues no engañamos a nadie, sino a uno mismo. PENSANDO EN VOZ ALTA! Y evaluando en el alma!